miércoles, 15 de enero de 2020

La agonía de los festivales de cine en Durango

texto ANDREI MALDONADO
fotografía ERIC VILLA


El 2019 no resultó ser un año benéfico para Durango en materia de festivales cinematográficos. Los tres certámenes que se llevaron a cabo estuvieron envueltos en controversia, mala difusión y decisiones drásticas que llevan a pensar que 2020 será aún peor en ese aspecto.

Comenzando con el Festival del Nuevo Cine Mexicano, que si bien tuvo una decente organización como festival independiente en su primera edición (2018), en el año pasado contar con pocos recursos se dejó sentir, al no haber premios para los ganadores, además de que muchas de las funciones solo tuvieron la mitad de la sala del CORE, un espacio con un aforo apenas de 80 personas.

La principal polémica se dio los últimos días del mes de diciembre, cuando después de haber sido anunciadas las convocatorias para la tercera edición del festival su director, Christian Sida-Valenzuela, anunció la cancelación del certamen, que habría de llevarse a cabo en abril, esto en parte por el tema económico, y en parte también a los proyectos personales del propio Sida-Valenzuela.


El Festival Internacional de Cine de Durango (FICDU), realizado por el Instituto Municipal de Arte y Cultura (IMAC), en su tercera edición volvió a cometer los mismos pecados que en la versión del 2018, con la difusión de la selección oficial con muy poca antelación (los cortometrajes eran anunciados a una hora de proyectarse) además de un sistema de entrega de boletos ineficiente.

El futuro del FICDU es incierto, más bien poco halagador. El cambio de administración hace pensar que no habrá cuarta edición, pues este gobierno busca borrar cualquier rastro de la pasada gestión, incluidos los festivales culturales que se hacían mes con mes y que de los cuales solo el del Día de Muertos se respetó. Hasta ahora la directora del IMAC no se ha expresado al respecto.


Finalmente está el caso más controversial, el del Festival de Cine Mexicano, cuyo organizador es el Instituto de Cultura del Estado de Durango (ICED). Su directora, Socorro Soto Alanís, se vio envuelta en la polémica tras las acusaciones del cineasta local David Rodríguez, acerca de la falta de pago a los ganadores de la edición 2018, cosa que se solventó hasta ya iniciada la edición 2019.

De hecho, no hubo convocatorias, no hubo concursos, ni premios ni selección oficial, en algunas funciones y eventos ni siquiera hubo público, esto debido a que la programación y todo el evento fue anunciado cuatro días antes de empezar. Esto hace pensar que quizá este año no se lleve a cabo la décimo segunda edición, algo que quizá sea preferible a que se inviertan de mal manera los recursos.


Además, en 2019 ya no se realizó la Semana del Cine Mexicano, iniciativa que durante cuatro años ofreció una alternativa para la exhibición de cine nacional, con talleres y capacitaciones; así el panorama para las nuevas audiencias luce sumamente complicado, sobre todo si se tiene en cuenta que los festivales alimentan la pobre cartelera que en provincia se tiene en salas comerciales.

En 2020 únicamente se tienen confirmados el festival de documentales Ambulante, que traerá su gira por primera vez a Durango a partir del 26 de marzo, y el Festival de Cine Duranguense Paloma Itinerante, pequeño foro para artistas locales, que perderán sus principales escaparates: las secciones Hecho en Durango.

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