texto JUAN JOSÉ ANTUNA ORTIZ
La primera vez que escribí sobre esta película para un sitio web estuve tentado a empezar mi texto con una frase que después decidí quitar en el proceso de edición ¿por qué? por lo que pudiera pensar la gente de ese pensamiento ¿Qué era lo que decía esa frase? Acá se los comparto porque siento que puede nacer un lindo diálogo con los lectores de una revista de cine como tal. La frase era: "Para mí el señor Paul Thomas Anderson es el Stanley Kubrick de nuestra generación" ¿Por qué pienso eso? Ahora se los digo.
Phantom Thread es la obra más reciente del director estadounidense la cual narra la vida de Reynolds Woodcock, un diseñador de vestidos muy distinguido por la alta sociedad en una Inglaterra sumergida en la posguerra en la década de los 50's, quien carga con una historia trágica en su familia la cual parece le pesa mucho.
En un descanso que se toma de su ajetreada vida en la ciudad después de entregar una de sus obras se va a descansar a la casa de sus padres en el campo, una mañana va a almorzar al que parece ser un restaurante que frecuenta mucho; se encuentra con una muchacha llamada Alma, (esta escena me recordó mucho a una que también tiene Day Lewis en otra grandiosa película como lo es La Insoportable Levedad del Ser) a la cual él recuerda, y ella lo recuerda a él.
Entonces él la invita a cenar, y después van a la casa donde él vive, la casa que era de su madre; después de una escena muy peculiar y hermosa; ella le hace una advertencia, en la que le dice que con ella va a perder, pero seguro que él ya lo sabía, quizá no tan conscientemente y sin importarle lo que aquella sentencia conllevaría, y él lo acepta.
Después de la confesión él le pide que haga algo por él, en ese entonces ella asume que debe entregarse por completo a ese hombre al que ama aunque dañe en determinado momento a los dos, el cual antes que todo ama su trabajo, su obra, siempre poniendo en segundo plano a las personas, al amor, salvo que se sienta vulnerable, salvo que la persona esté dispuesta a robar o a matar por verlo feliz.
Vemos lo que veremos alrededor de esta pareja, sus miedos, sus necesidades, sus demandas, su complicidad que se va materializando de una manera nada convencional, la hermana de él, quien es su mano derecha y que pareciera lo domina, lo tiene atrapado, pero conforme vemos el desarrollo de la historia, vemos que es más bien lo contrario.
Si tuviera que definir en tres palabras la película, sin duda alguna la definiría como hermosa, sensible e íntima, y es que desde donde se le vea lo realizado por Anderson es hermoso, es preciso, es meticuloso, es el trabajo de un artesano que hace con amor todo lo que tocan sus manos, desde la pluma hasta el lente se nota al artista y su arte.
Para empezar preciso sería decir que probablemente lo más hermoso de esta es la música, compuesta por Jonny Greenwood la cual prácticamente lleva el ritmo y el tono de la trama de toda la película, algo muy similar a lo que hace Zimmer con Dunkirk, quizá con menos potencia pero sí con más calidez, y para mí eso cuenta más.
El vestuario es otro gran valor, la fotografía no es algo que se tenga siquiera que distinguir en una película de P.T., pero por el trato de esta película hay que hacerlo, pues es una película detallista, donde hay los eventuales close-up que le encantan a Paul, pero ahora tienen un valor mucho más sentimental.
Paul Thomas nos da quizá su película más personal; muy íntima y llena de sensibilidad sobre lo que para él es el sacrificio al que se somete, algunas veces sin querer un creador, un artista por ver a su obra ser lo que es, y que esta sea respetada.
El elenco de la película es destacable, la valía de las últimas películas de Anderson para mí, o mejor dicho una de las grandes valías que tienen, es el hecho de que utilice muy pocos actores estelares, que sean caras poco conocidas salvo por los protagónicos. Aparte claro estaría hablar de los dos protagónicos en particular, los cuales son encantadores cuando están a cuadro, su amalgamamiento en escena es excelso.
Vicky Krieps como Alma es deslumbrante, Daniel Day Lewis todo el tiempo ha demostrado que él está junto con otros muy pocos un peldaño arriba sobre el resto de los actores en el mundo, quizá sea el único actor americano en la actualidad al que yo consideraría a la par de Marcello Mastroianni y otros grandes de la historia del cine.
Daniel Lewis llena a su personaje con este encanto inglés, con gran sensibilidad como carácter, con esa frustración de saberse como es y tener este duelo interno sobre ser un mortal o ser un artista, vemos como en momento puede ser muy distante o duro con la mujer que ama, pero en momentos de complicidad o soledad puede ser el más amoroso.
Y como es costumbre en las películas de P.T. hay una escena por sí sola que vale tanto que sólo por esa escena uno pueda llamar a Anderson como uno de los mejores directores de nuestra época, y a su película en cuestión como una de las mejores del año, esta escena es la de la cena secreta.
Hay una frase que bien relata lo que era la relación y el sentir de Woodcock por Alma: "Bésame antes de que vuelva a enfermar", y esta a su vez me hace ver que el artista siempre busca a través de amor la autodestrucción, el amor destruye, transforma, pero se es feliz siendo destruido por algo que valga la pena. Sabina lo resumió diciendo: "porque amores que matan nunca mueren" Bukowski por su parte sentenció: "Encuentra lo que amas y deja que te mate".
Es una película que puede parecer lenta, que se toma su tiempo muchas veces para mostrarnos cosas, para contarnos cosas, que a veces no resultan en nada o no van a ninguna parte, pero todo tiene sentido acá. Como ya lo mencioné al principio, es una película que encierra mucho misterio en el personaje protagónico, su fobia al amor por una niñez atormentada por su figura materna, y su aprisionamiento en el arte, en su arte, en sus creaciones y los secretos y fantasmas que esconde en ellos, y muchas cosas no son respondidas, pero, ¿en realidad necesitamos todas las respuestas para poder apreciar algo hermoso o una historia muy personal? Yo creo que no.
Una película, lo vuelvo a reiterar, hermosa, brillante; aunque muy lejos de su mejor película, por el simple hecho de que su mejor película es insuperable. El final puede resultar confuso para algunas personas, pero no deja de ser bellísimo. Como final de una película de Stanley Kubrick.
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