texto y fotografía ERIC EDUARTE VILLA
Los héroes siempre regresan, en el cine mexicano los Almada siempre regresarán. Ha pasado el tiempo y se terminaron aquellos años de persecuciones, disparos y peleas al estilo único de Fernando y Mario, donde se llenaban las grandes salas.
Marcos Almada, hijo de Don Mario, ha estado recientemente en Durango construyendo su historia dentro de las películas que, a diferencia de su padre y tío, lo hace detrás de la cámara.
En sólo cinco meses realizó dos películas en carácter de vídeo home; a finales del 2017 dirigió y produjo su western Frontera, que ha empezado a distribuirse en cadenas de televisión en Estados Unidos y México y que tuvo su premier en Durango en marzo dentro de las instalaciones del set cinematográfico Paseo del Viejo Oeste.
Y entrando la primavera producía en la capital duranguense su reciente película Cuestión de Principios, de carácter policíaco. Ambas producciones realizadas en Durango fueron en su 99 por ciento con gente duranguense, tanto actores como personal de producción. La única persona foránea en ambas películas fue el mismo Marcos, quien ha confiado plenamente en la gente de Durango para crear películas.
Marcos, siguiendo la temática característica del cine de los hermanos Almada, va entregando nuevas historias con giros dramáticos que buscan tocar el lado humano de las personas. Una escuela añeja del cine de acción de México vuelve para continuar con uno de los legados más importantes del cine nacional.
Tras su regreso al sur del país para empezar la post-producción de Cuestión de Principio aseguró que volverá a tierras durangueñas a realizar una tercera película.
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