texto ANDREI MALDONADO
fotografía ERIC VILLA
Hace un par de semanas Carlos Yescas, escritor y periodista local, me entrevistó para la revista Enlace Magazine acerca del Centro de Cinematografía y Actuación Dolores del Río, la primera escuela especializada de cine en Durango, misma que ya inició actividades. En aquel entonces pensaba (y francamente lo sigo pensando) que es un gran logro, con todo y los malos comentarios de los clásicos resentidos que nunca faltan.
Considero que es altamente positivo que se haya concretado un sueño que mantuvo ilusionados a los duranguenses por generaciones. Es un gusto que se tengan excelentes instalaciones, que haya personal docente capacitado, que los diplomados sean avalados por grandes instituciones como la UJED. En fin, que la gente que está integrando la primera generación será muy afortunada de tener algo que se soñó durante décadas.
No obstante, y como todos los proyectos, deberá irse mejorando conforme pase el tiempo. Deberá pensarse en un futuro cambiar de diplomados a licenciatura, tener una base estructurada para incluso ofrecer estudios de postgrado, intercambios nacionales y extranjeros, así como garantizar que las personas que egresen cuenten con espacios dónde desenvolverse y apoyos para sacar adelante sus producciones, entre otros aspectos.
Un riesgo que existe es el sesgo que se le pueda dar a quienes quedan fuera del proyecto. Se ve en otras disciplinas, un músico que tiene escuela tiene más presencia y más escenarios que el músico que se forma en el garaje de su casa; pese a que el autodidacta no conozca de partituras es capaz de ejecutar una buena pieza si tiene el talento. Ese es el riesgo que se corre en el cine, pues ya hay quien tiene un amplio currículo.
Las personas que se han aventurado a hacer cine en Durango lo han hecho con lo que han leído en los libros o han visto en las películas, y también merecen sus espacios, así hayan estudiado cine o comunicación o cualquier otra carrera. Sin embargo sea cual sea la vertiente que tomen los jóvenes duranguenses esperemos que saquen el mejor provecho para que sea Durango el que gane y se convierta realmente en tierra de cine.
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