por ERIC VILLA
Desde que se implemento el celuloide, el cine a atravesado por distintos formatos que a pesar de las limitaciones de uno sobre el otro, siguen siendo buscados por los realizadores ya sea para coleccionar o bien para continuar trabajando con ellos. Los más conocidos son: 8mm, SUPER-8, 16mm y 35mm. El último es y fue el más usado para la cinematografía y la televisión.
35mm: La primera y última cinta favorita del cine.
En 1892 fue introducido por William Dickson y Alba Edison quienes usaron material fotográfico por Eastman Kodak, su nombre se da a que viene de que el negativo está cortado en tiras de 35 milímetros de ancho. Y por norma debe tener cuatro perforaciones por cada fotograma en ambos lados, para que de esa manera la película pueda correr a 24 cuadros por segundo. En el último siglo se le fueron haciendo modificaciones para colocar la línea de sonido, así como agregándole una base más segura, formulado para que pueda capturar el color; ha contenido una gamma de formatos de pantalla ancha (Widescreen) e incorporando información de sonido digital en casi todas sus áreas que no tienen marcos.
16mm: Evolución compacta.
Este formato fue introducido en 1923 por Eastman Kodak como una alternativa económica al formato de 35mm. Para este formato Kodak decidió no fabricarla con base de nitrocelulosa ya que era demasiado inflamable y representaba un riesgo para sus usuarios, fue entonces que la cinta de 16 milímetros fue la pionera en usar la base de acetato. Poco a poco el cine estaba llegando a las manos de todos y utilizado para proyectos educativos. También tiene el título de haber filmado los acontecimientos de la segunda guerra mundial, la película de 35mm ya había capturado imágenes bélicas en la revolución mexicana cuando la “Mutal Film Corporation” hizo una película sobre el general Francisco Villa en pleno movimiento revolucionario.. El formato se disparo a un costo sumamente barato a diferencia del 35mm, que lo llego adoptar la televisión y muchos directores independientes. Varias series de TV fueron realizadas con 16mm y no hace mucho se filmaron bajo este formato las series: "Hallmark Hall of Fame anthology" y "The O.C" en Estados Unidos. Y gracias a ello muchos importantes documentales pudieron dar a luz, así como trabajos y filmaciones experimentales en universidades.
8mm: El cine se hizo casero.
Tras la llegada del cine sonoro, Eastman Kodak lanzo el formato llamado "Ciné Kodak Eight" u "8 Estándar", cuyo tamaño era de 8 milímetros. Fue puesto para su uso casero, de esta manera el cine llego a todas las clases acomodadas de la sociedad, comenzaron los retratos en vídeo los paseos familiares, los días de campo y cualquier otra cosa que uno quisiera filmar sin tener que hacer tanto gasto por una cámara.
El 8mm nació a raíz de la partición de la cinta de 16 mm. La idea era diseñar una cámara que filmara sobre la mitad de la película de 16 mm. Cuando se acababa de filmar esta mitad de película, se sacaba el rollo filmado y se le daba la vuelta para impresionar la otra mitad.
SUPER-8
Un poco después de 30 años de la llegada del formato de 8mm, en la década de los 60´s Estman Kodak presento el formato de SUPER-8. Lo llamó super debido a las superiores ventajas que ofrecía la reformulación del formato de 8 mm.
Ya sea 8mm o SUPER-8, este fue el formato con el cual el cine llego a la mano de la gran mayoría de la población y se le da el merito de ser el descubridor de muchos y reconocidos directores de cine.
70mm: De realismo a la muerte del celuloide.
Tiempo después llegaría el formato de 70mm con el cual se extendieron los límites del fotograma del 35mm, para obtener una imagen panorámica y demasiado ancha para mostrar como diversos expertos afirman: “El tamaño de la visión del ojo humano”. Este formato requirió fabricar cines y pantallas que lograran proyectar las imágenes filmadas en 70mm, para ello se crearon las salas IMAX.
Después de ver el cine en fotogramas, llego el tiempo de dar un nuevo paso en la tecnología para hacer y ver películas. La Era digital, el 3D y el 4DX toman el turno. Los cambios serán drásticos y ya estamos empezando a acostumbrarnos a estos movimientos radicales. Algo es seguro: No dejaremos de ir al cine, sin embargo, no será lo mismo.
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