domingo, 11 de marzo de 2018

La Ley: trascendencia para la eternidad

por ANDREI MALDONADO

Hace 30 años un joven músico chileno llamado Andrés Bobe daba comienzo con un sueño que, al paso de los años, se convertiría en leyenda. Junto a Rodrigo “Coty” Aboitiz fundaría La Ley, banda que terminaría siendo el máximo representante del rock chileno en el mundo.

Para convertir en realidad el anhelo de tener una banda que resaltara en la escena musical de Chile Andrés y Rodrigo sumarían a sus filas a la española Lucía “Shia” Arbulú, la cual se encontraba en el país junto a sus hermanos, con quienes había fundado Nadie, grupo neo pop que dominaba los escenarios. Con ella grabarían un LP que prometía, sin embargo la abrupta partida de los hermanos Arbulú de vuelta a la península ibérica obligó a los dos jóvenes a repensar el proyecto.

Fue así que añadirían a la alineación a Luciano Rojas,y a Mauricio Clavería. Ambos se encargarían del bajo y la batería, respectivamente, siendo Bobe el guitarrista y Coty el tecladista. Faltaba algo elemental, la voz, y para ello llegó el saxofonista de Pequeño Vicio Iván Delgado. Sin embargo no se quedaría en la banda y la búsqueda de un cantante llevaría a los músicos al encuentro con el que sería uno de los frontman más reconocidos del rock latino: Beto Cuevas.

Luis Alberto Cuevas Olmedo, un joven chileno que había estado avecindado en Canadá durante la dictadura de Pinochet, ganaba presencia en los bares con su guitarra acústica. Aprobando el examen que era la interpretación del primer single “Desiertos” Beto pasó a formar parte de la banda y con él se regrabaron los temas escritos por Delgado. La fama los alcanzó pronto pese al obstáculo que representó un litigio por los derechos del primer casete y el nombre de la banda.

Ya para el año 1991 habían alcanzado los reflectores en gran medida por el cover de The Rolling Stones Angie, interpretado en un programa de televisión. Tras un proyecto frustrado de un disco formado por temas originales en inglés lanzaron al mercado Doble Opuesto, su primera placa oficial. Con sencillos como “Doble opuesto” y “Prisioneros de la piel” La Ley llegaría, a través del programa Latinoamérica Va de Verónica Castro, hasta las radios mexicanas.


En 1992 se convirtieron en la primera agrupación chilena en filmar un videoclip en los Estados Unidos para el tema “Auto-ruta” del disco La Ley. Posteriormente el video de “Tejedores de ilusión”, el cual recibió el reconocimiento de las cadenas de televisión, catapultó al grupo a hacer gira por toda América. Posteriormente vería la luz Cara de Dios, material de corta duración que significaría el paso inminente para dejar Chile y asaltar completamente hacia México.

La repentina muerte de su líder Andrés Bobe puso en duda la continuidad del grupo justo cuando había dejado Polygram para firmar con la trasnacional Warner, sin embargo la convicción de los miembros en ese entonces hicieron que el grupo volviera con todo y de la mano de Pedro Frugone en guitarra lanzaron Invisible, disco con el cual alcanzarían la fama con hits como “Día Cero” y “El Duelo”. Aboitiz dejó al grupo no sin antes colaborar para que Vértigo saliera en 1997.

En pleno boom por las vanguardias electrónicas el grupo cambió de ritmos, lo que ocasionó que no todos su fans respondieran positivamente durante el tour de promoción del disco. Para repuntar la situación, a unas horas de salir al escenario en el primer Vive Latino, Luciano Rojas abandonaría al grupo por diferencias con Cuevas. La amenaza nuevamente de disolución de la banda se vio negada cuando en el año 2000 anunciaron su regreso a los ritmos del rock con Uno.

Canciones como “Aquí”, “Fuera de Mí” y “Eternidad” ocasionaron que el grupo fuera invitado al prestigioso ciclo MTV Unplugged, donde su sencillo “El duelo” (a dueto con Ely Guerra) y la inédita “Mentira” permitieron a la banda ganar el Grammy Latino como mejor banda de rock. En 2002 publicarían Libertad, con “Ámate y sálvate” como mayor éxito. En 2005 aparecería Historias e Histeria, recopilatorio con tres canciones nuevas y un DVD con videografía completa.

Para el Festival Viña del Mar de ese año La Ley volvió a ser quinteto, al menos por una noche, en donde Luciano y Coty tocaron junto a Pedro, Mauricio y Beto la canción “Desiertos”. Luego de eso el grupo anunció una pausa indefinida con la opción de volver, promesa que alimentó los sueños de los fans hasta que en 2014 las súplicas se volvieron realidad. Frugone, Clavería y Cuevas anunciaron su regreso con dos singles. La gira decantó en un nuevo disco, Adaptación.

Pese al buen ánimo que los tres parecían mostrar, de manera repentina Cuevas anunció en redes sociales el fin definitivo de La Ley, posición que tanto Pedro como Mauricio consideraron unilateral de parte del vocalista, y por la cual fundarían Día Cero, grupo en el cual volverían a estar juntos con Luciano y Coty, con Ignacio Redard en la voz, tocando éxitos de La Ley y temas nuevos. Beto, por su parte, se unió al 90’s Pop Tour con el cual revivió sus éxitos leyeros.

Más allá de los adioses y los regresos incumplidos la trascendencia de La Ley en la música es innegable. Prueba de ello está en cómo durante su visita a Chile en enero de este año el Papa Francisco incluyó en su discurso a la juventud un fragmento de un tema del disco Uno: “El ruido ambiente y soledad de la ciudad nos aíslan de todos. El mundo que gira al revés pretende sumergirme en él ahogando mis ideas”. Si su Santidad es leyera ¿quién no va a serlo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario