lunes, 6 de noviembre de 2017

Carlos Algara y los retos de hacer ‘Verónica’

texto y fotografía ERIC EDUARTE VILLA

Al momento de escribir y buscar filmar una ópera prima llegan múltiples obstáculos y retos. Para Carlos Algara, director de Verónica se enfrentó no sólo a la apuesta por hacer cine en un país donde es más que complicado conseguir los recursos, luego hay trabajar con contrastes actorales de sus protagonistas, apostarle también a un género poco recurrente como el suspenso, después a la distribución que hasta la fecha mantiene la lucha con ese punto, la exhibición, a pesar de ya haber sido estrenada comercialmente y no en todos los estados. La película se estrenó como parte de la Semana de Cine Mexicano en tu Ciudad el pasado agosto que si no es por esto no habría tenido pantalla en Durango. De esos retos y más sobre la producción de Verónica nos habló el joven cineasta mexicano.

Ante el bombardeo de géneros de comedia romántica y drama en el cine mexicano ¿Cómo abordar el género del Thriller y saber si funcionaría o no?
La verdad nunca pensamos en términos de si va a funcionar o no. Nos dedicamos a escribir una buena historia y lo que buscábamos era encontrar una reacción en el público, intelectual y emocional, que se sientan en cierto punto de la historia como se siente Verónica viviendo todas estas cosas que le suceden y para eso teníamos que escribir una buena historia y resulta que para escribir una buena historia debería ser un thriller psicológico pero nunca pensamos en “vamos a romper paradigmas”, lo único que nos parecía era contar una muy buena historia y luego resultó afortunadamente. Estamos un poco sorprendidos y agradecidos de que el público la ha tomado como “oye este tipo de cine no se hace en México” y creen que lo hicimos a propósito para que dijeran ese tipo de cosas y no, nosotros lo que buscábamos era simplemente contar una buena historia y afortunadamente nos ha salido así, y la gente la ha tomado bien y si eso ayuda a que en México hagamos este tipo de género y busquemos hacer mejores historias de géneros distintos que no sean comedia romántica o narco series pues que bueno, nosotros que somos cineastas, cinéfilos que nos gusta ver buenas películas, y si llegan nuevos cineastas mexicanos que quieran hacer este tipo de cosas, estamos contentísimos de que hagamos industria todos juntos.

¿Cómo fue trabajar en el set al tener dos actrices distintas, una como Arcelia Ramírez quien lleva muchos años de experiencia, y alguien como Olga Segura quien apenas empieza a construir sus pininos en el cine?
Esa fue una experiencia muy padre porque como dices Arcelia es una actriz de muchos años de experiencia y ella tiene sus métodos y sus formas de actuar muy bien planteadas, es una actriz que le gusta ensayar mucho, que le gustan ciertas técnicas de actuación, y Olga es una actriz fresca, joven, que está empezando y que a ella le gustan otras técnicas de actuación distintas y que no le gusta ensayar mucho, entonces congeniar, compaginarlas fue un reto definitivamente, pero ambas fueron muy generosas a la hora de estar en el set, y claro tuvimos nuestros roces y conflictos de vez en cuando que enriquecieron esa relación y la hicieron más fuerte, en lugar de pelearnos y cada quien a sus esquinas como suele suceder con algunos directores pues no, trabajamos sobre eso y de esa manera se fortaleció las relaciones e hizo que cada una diera lo máximo de sí misma para complacer así a la otra actriz y al final hacer que la química fuera mucho mejor.

¿Hubo algún reto u obstáculo dentro de la filmación?
La verdad es que todo fluyó muy bien en la filmación, más bien el reto más fuerte fue conseguir los fondos para realizar la película antes de iniciar el rodaje, eso fue lo más difícil porque era una ópera prima de dos directores que no es algo usual, entonces nos topamos con muchísimos productores que no creían en algo así, que no querían arriesgarse a algo así, y afortunadamente Carlos Segura que es el productor de la película entendió muy bien, le gustó el guión y creyó en la producción en una buena historia y no como un riesgo. Y ese fue el mayor reto y que al final tuvimos la suerte de toparnos con él pero sí nos tomó un par de años encontrarnos con él.

Hay mucho debate sobre el uso de la escala a grises y del color ¿Cuál fue el motivo de hacer la transición casi al final de la película del blanco y negro a los colores?

Sabíamos que iba a ser difícil distribuir la película en blanco y negro porque los distribuidores piensan que es muy complicado y que a la gente no le gusta ver cine en blanco y negro, sin embargo encontramos una razón de peso narrativa para que la historia tuviera una vista que hasta cierto punto es incompleta, estamos viendo la realidad como realmente es y para nosotros eso significaba que tendría que obviarse en la pantalla, como público también estábamos viendo algo que no era completamente la verdad y en el momento que vemos la verdad vemos todo a color. Esa era la razón de peso narrativa que justificaba la película y en el momento en el que se vuelve a color, que no voy a decir qué es lo que sucede, es justo la vuelta de tuerca que nos hace abrir los ojos como audiencia y entonces ya ver las cosas, el mundo como es.

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